¿POR QUÉ UN INVENTARIO?
- Rosanna Kuon
- 5 ago 2017
- 2 Min. de lectura

Si hablamos del concepto de patrimonio cultural, podemos decir sin lugar a dudas, que éste ha tenido un desarrollo importante en las últimas décadas; que el patrimonio cultural es “subjetivo y dinámico y que no depende de los objetos o bienes sino de los valores que la sociedad les asigna en cada momento de la historia”[1]. La aparición de categorías patrimoniales, tales como el repertorio inmaterial y sus distintas manifestaciones de carácter tradicional, etnológico; la arqueología subacuática, la arquitectura industrial, la fotografía, el arte urbano, el arte contemporáneo, el paisaje cultural y otros, obligan a establecer tipologías dada la propia naturaleza de los bienes que hay que conservar no sólo para nuestro tiempo sino para la posteridad.
En el caso de los museos, los objetos culturales tangibles, llamados también bienes culturales muebles tienen una gran relevancia por el valor histórico, arqueológico, científico, artístico, cultural, documental, técnico que poseen y que es necesario acreditar a través de la documentación que les compete.
El inventario del patrimonio cultural, es el primer paso de una documentación de reconocimiento del bien inmueble, mueble o inmaterial. Es antecedido por el Registro General de Bienes de interés cultural, declarados como tales y establecidos por la entidad nacional encargada de la protección del patrimonio de una nación y cuya valoración establecida, es “el punto de confluencia de los objetos y los sujetos dentro de un ámbito de relaciones sociales, culturales o económicas…”[2].
En el museo, la información que se deriva de un inventario es de suma repercusión porque en él se consignan los datos de identificación individual del objeto, el cual facilitará la gestión administrativa de las colecciones en su conjunto. La documentación básica, como proponen Anne Ambourouè, Avaro y De Guichen, Gaёl permite establecer una comprobación de propiedad, localizar un objeto específico, establecer la identidad exclusiva de un objeto, acceder a la documentación de manera eficiente y rápida, contribuir a la seguridad de las colecciones; conocer el número total de los objetos que componen la colección[1] -entre otros- y su disposición en las reservas o almacenes de colecciones. Este punto resulta trascendente en cuanto permite tener un control exhaustivo de la cantidad de piezas existentes en el museo así como llevar a cabo un control del inventario en forma periódica.
La documentación inicial de inventario del bien cultural, podrá ser completada paulatinamente con información adicional a partir del estudio, análisis e investigación exhaustivos del objeto que serán declarados en uno o más documentos asociados (de catalogación, de documentación técnica, de conservación, documentación gráfica, etc.).
Por ahora sólo nos interesa hacer hincapié y precisar que el inventario delos bienes culturales en un museo, es uno de los puntos clave para la planificación de la conservación preventiva y sus sistemas de ejecución práctica. Sin un inventario completo de las colecciones, difícilmente podremos desarrollar proyectos de conservación, investigación, divulgación, almacenaje y exposiciones del patrimonio mueble y consecuentemente de apropiación y sostenibilidad económica. No olvidemos que las colecciones son la razón de ser de un museo.
¿Su museo tiene un inventario completo de las colecciones? Si no lo tiene… ¡es una urgencia hacerlo!
[1] www.iaph.es/web/canales/patrimonio-cultural/
[2]http://www.mincultura.gov.co/areas/patrimonio/publicaciones/Documents/2.%20Manual%20inventario%20Bienes%20Muebles.pdf
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